domingo, 3 de julio de 2011

¿QUIÉNES SERÁN LOS MEJORES?


Los mejores hombres

JAIRO DEL AGUA, autor del libro “Meditaciones desde la calle” de ediciones Khaf,
jairoagua@gmail.com

 Estamos en época de exámenes y de balances. La mayoría tal vez piense que no les afectan ni los exámenes ni los cierres de cuentas de los patronos.
¡Se equivocan! Siempre es tiempo de examinarse y de hacer nuestro propio balance personal para pasar a preguntarnos cómo mejorar. Nos va en ello nuestro progreso, nuestra seguridad y hasta nuestra felicidad. Intentaré responder esquemáticamente a la pregunta de quiénes serán los mejores en este recién iniciado tercer milenio.

En la historia de la humanidad, en la evolución de los grupos sociales y, tal vez, en nuestra propia historia personal se pueden distinguir cuatro etapas:

1ª Etapa: El mejor es el más FUERTE. La finalidad es TENER, para satisfacer las necesidades primarias y materiales, y PODER para asegurarse el tener y liquidar la inseguridad de la competencia de los otros. Así ocurre en todo el reino animal del que somos la cúspide. El medio para conseguirlo es la formación física ("adiestramiento").

2ª Etapa: El mejor es el más SABIO. Con el descubrimiento de la máquina se produce la "revolución industrial" y la fuerza del hombre pierde protagonismo porque se construyen máquinas capaces de desarrollar mucha mayor fuerza. Se comienzan a palpar las ventajas del SABER. Los que más saben inventan, perfeccionan y utilizan las máquinas, aprovechan su fuerza y su productividad convirtiéndose en los nuevos ricos. La finalidad se pone entonces en SABER y el medio es la formación intelectual ("instrucción").

En un proceso continuado se desarrollan las ramas del saber, se perfeccionan los medios de instrucción y los hombres terminan ambicionando los títulos, los diplomas, los máster, etc. La mayoría no aspira a SABER para cultivarse sino para conseguir TENER (disfrutar de las cosas materiales) y PODER (dominar a los otros y evitar la inseguridad de la competencia).

3ª Etapa: El mejor es el más PRÁCTICO. Se ha producido un nuevo descubrimiento: la "máquina inteligente", capaz de acumular mucha más información y combinarla con más rapidez que la mente humana. Es la "revolución informática". El medio utilizado en esta novísima etapa es la habilidad tanto para programar como para construir, reparar o manejar las nuevas herramientas. El acento se pone entonces en el HACER y el VENDER como camino para los primarios TENER y PODER.
Piénsese, por ejemplo, en quién es el más rico del universo en estos momentos. O cuántos jóvenes, con limitados estudios, han conseguido "triunfar" por su dominio práctico de la informática o de internet.

4ª Etapa: El mejor es el más HUMANO. Esta es la futurista etapa tanto de la humanidad como del individuo. Es la era de la "humanización del individuo y de la sociedad". La finalidad es conseguir la plenitud, la madurez y el equilibrio, desarrollando la propia identidad –única e irrepetible como las huellas dactilares- y aquella actividad para la que se está específicamente dotado.

Seguirá siendo importante el cultivo de la inteligencia, pero siempre al servicio del crecimiento armónico de la persona. La prioridad estará en SER, en el desarrollo de lo más genuino del hombre: su identidad, su creatividad, su fuerza interior.

El medio será la formación personal, es decir, la puesta en orden y el desarrollo del hombre como hombre. El SER no lleva consigo la ambición de TENER y PODER, sino la aspiración profunda de ser uno mismo en plenitud, ocupar su lugar en la sociedad y dar sus frutos específicos. Paradójicamente este camino sin ambiciones ni competencias lleva a la paz, a la felicidad, al punto de máxima eficacia social de la persona.

A esa plenitud se llega por los tres ejes del desarrollo personal:

ü      La SOLIDEZ interior, que lleva consigo la libertad, la autonomía, la firmeza, la seguridad, la verdad y la conciencia de lo que uno es en realidad.

ü      El AMOR, que lleva consigo la justicia, la solidaridad, la entrega, el servicio, la acogida y apertura a los otros.

ü      La DOCILIDAD, que lleva consigo la fidelidad a la propia identidad, el reconocimiento y aceptación de los propios límites, la constancia para conseguir la propia madurez. Podría llamarse "espíritu realista de superación".

A finales del pasado siglo C. ROUYER (Ingeniero y sicopedagogo francés, Presidente de "PRH Internacional" -Personalidad y Relaciones Humanas-, organismo de formación personal extendido por todo el mundo) ya afirmaba cosas como éstas:

"Siempre he creído en el hombre. He presentido en sus profundidades unas potencialidades inmensas de inteligencia, de corazón, de creatividad, muy a menudo ocultas y mal explotadas. Desde siempre he sabido que el mundo sería para las personas que supieran, a partir de ellas, entablar con sus semejantes relaciones auténticas, cálidas, armoniosas…

Constato en torno a mí que, los que se han puesto en el camino del descubrimiento de sí mismos, descubren sus riquezas profundas y se enraízan en ellas.
Descubren sus límites y los respetan. Se abren a ellos mismos y a los otros. Se atreven a crear e innovar allí donde antes el miedo les paralizaba. Resumiendo: toman en su mano, metódicamente, el crecimiento y la puesta en orden de su personalidad, llegando a ser poco a poco hombres más sólidos, abiertos, eficaces, y en consecuencia, más felices".

Estoy totalmente de acuerdo con este magnífico formador. Algunas personas y algunos grupos, tanto en el ámbito civil como en el religioso, ya se han dado cuenta y están avanzando por este camino. El progreso de la humanidad va por ahí.

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